martes, 9 de agosto de 2011

Philip K. Dick y la ciencia ficción

De las muchas malas costumbres que tenemos los seres humanos, una de las peores es probablemente poner etiquetas, algo que hace mucho daño en la sociedad, basta ver categorías sociales como "Inmigrante" o "Pobre" para hacerse una idea.

Esto se evidencia sobremanera con los artistas y el arte en general, ni bien surge un músico/pintor/escritor  novedoso o mejor dicho "Personal"  para que intentemos ponerle un sello, etiquetarlo, archivarlo y guardarlo en una "cómoda" calificación de estilo. Por supuesto arte y artistas subvierten permanentemente categorías y lugares comunes dejando en muchas veces en ridículo (cosa que no les hace ninguna gracia) a nuestros amados criticos/burócratas, aportando belleza y diversidad a este cascado mundo.

Por supuesto siempre es interesante leer a los propios artistas hablar sobre el tema.
Philip K. Dick, (escritor estadounidense 1928-1982) ensaya una idea sobre la Ciencia Ficción en la introducción a la primera parte de sus Cuentos completos, además hace una diferencia con géneros con los que los límites son siempre difusos, como la Fantasía.

"En primer lugar, definiré lo que es la ciencia ficción diciendo lo que no es. No puede ser definida como "un relato, novela o drama ambientado en el futuro"(...)¿Y por qué no es ciencia ficción? Lo es en apariencia,Sin embargo, la aventura espacial carece de la nueva idea diferenciadora que es el ingrediente esencial. (...)Tenemos un mundo ficticio; éste es el primer paso. Una sociedad que no existe de hecho, pero que se basa en nuestra sociedad real Este mundo debe diferenciarse del real al menos en un aspecto que debe ser suficiente para dar lugar a acontecimientos que no ocurren en nuestra sociedad o en cualquier otra sociedad del presente o del pasado. Una idea coherente debe fluir en esta desfiguración; quiero decir que la desfiguración ha de ser conceptual, no trivial o extravagante...(...)Ahora tratemos de separar la fantasía de la ciencia ficción. Es imposible, y una rápida reflexión nos lo demostrará. Fijémonos en los personajes dotados de poderes paranormales; fijémonos en los mutantes que Ted Sturgeon plasma en su maravilloso Más que humano. Si el lector cree que tales mutantes pueden existir, considerará la novela de Sturgeon como ciencia ficción. Si, al contrario, opina que los mutantes, como los brujos y los dragones, son criaturas imaginarias, leerá una novela de fantasía. La fantasía trata de aquello que la opinión general considera imposible: la ciencia ficción trata de aquello que la opinión general considera posible bajo determinadas circunstancias. Esto es, en esencia, un juicio arriesgado, puesto que no es posible saber objetivamente lo que es posible y lo que no lo es, creencias subjetivas por parte del autor y del lector."

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