jueves, 27 de octubre de 2011

Poesía: Quisiera que me recuerden


Sobras muestras a lo largo de la historia de poetas comprometidos con su tiempo y la realidad que le rodeaban. Joaquín Areta tenía 23 años, Era correntino. Estaba en pareja con Adela Segarra y tenían un hijo, Jorge. Era obrero y estudiante.

Militó en la Ciudad de La Plata, entre otras organizaciones, en la Unión de Estudiantes Secundarios.
Desapareció durante la última dictadura militar Argentina en el año 1978.

Corren días extraordinarios en Argentina, un país que decidió enjuiciar a quienes cometieron crímenes de lesa humanidad y mandar a carcel común a tipos que decían ser militares, pero no eran más que vulgares asesinos y torturadores.

Estos tiempos de justicia y libertad, son directa consecuencia de tipos como Joaquín Areta.

Vaya desde la poesía este homenaje a quienes soñaron y sueñan un país y un mundo mejor.




Quisiera que me recuerden sin llorar
ni lamentarme
quisiera que me recuerden por haber hecho caminos
por haber marcado un rumbo
porque emocioné sus alma
porque se sintieron queridos, protegidos y ayudados
porque interpreté sus ansias
porque canalicé su amor.
Quisiera que me recuerden junto a la risa de los felices
la seguridad de los justos
el sufrimiento de los humildes.
Quisiera que me recuerden con piedad por mis errores
con comprensión por mis debilidades
con cariño por mis virtudes,
si no es así, prefiero el olvido, que será el más duro castigo por no cumplir mi deber de hombre.



Joaquín Enrique Areta

viernes, 21 de octubre de 2011

Fondo de pantalla (Wallpaper) Libros

Para quienes amamos la literatura, que mejor que poner de fondo de pantalla temas relacionados. Hoy les traigo uno que me gustó mucho.






                                           http://wallbase.cc/wallpaper/162400

lunes, 17 de octubre de 2011

Apocalipsis Stephen King

Autor: King Stephen (1947-...)
Género: Terror
Año de publicación: 1978 (1990 versión definitiva)
Cantidad de páginas: 1584 (los 3 tomos)


Stephen King sin duda alguna es sinónimo de terror tanto en la literatura como en el cine. Discutido (como todo autor masivo) Con sus más y sus menos a sabido retratar los temores y obsesiones de una época. 

"The stand" de 1978 es la cuarta novela escrita por un King aún joven y sometido a presiones editoriales. La obra le pareció demasiado larga a sus editores, que le pidieron al autor que la recorte sin miramiento hasta quedar del tamaño que a ellos les parecía comercializable. Disconforme con el resultado y ya sin presiones de ninguna índole, decidió reeditarla en el año 1990 bajo el título de "Apocalipsis" en tres tomos (la obra completa tiene más de 1500 páginas) agregando las partes quitadas en su oportunidad y cambiando la ambientación de 1980 a 1990.

Lo cierto es que tanto manoseo en el relato se hace visible y resiente en parte la historia. Tiene arritmias importantes,  por tramos se notan las costuras y queda al desnudo una estructura bastante esquemática. Pese a todo en ningún momento aburre y tiene destellos donde el escritor filoso y brutal de Maine aparece en plena forma. 

La historia no es muy original. Desatada una mortal y veloz epidemia de gripe, la humanidad se enfrenta a su extinción, solo uno pocos sobrevivirán al armagedón y estos al parecer (solo leí el primer tomo) tienen un destino comun. Los personajes son gente media, mas bien mediocres, rayando algunos lo marginal (acierto del escritor). El devenir de los hechos guarda cierta coherencia temporal y los pocos elementos sobrenaturales, no están para nada forzados. 

Apocalipsis es una obra coral, y como tal tiene las virtudes y defectos de este tipo de novelas, hay personajes muy atractivos y otros no tanto. Como resultado el relato se vuelve algo sinuoso y desparejo. Pese a todo King muestra de a ratos una pluma densa y concisa, que es capaz de trazar un personaje con un puñado de palabras sin que este se vuelva caricaturesco.

Conclusión, (sin haber terminado la obra completa): Apocalipsis resulta un libro llevadero si uno no tiene demasiadas pretensiones. No es de lo mejor que he leído del autor norteamericano, Obras como "Maleficio" o "La zona muerta" resultan a mi gusto, muy superiores.



 

miércoles, 12 de octubre de 2011

La página recomendada Lecturalia

Para seguír con la sana costumbre de recomendar blogs y páginas sobre literatura hoy vamos a hablar de Lecturalia, una excelente web para quienes nos pierden las letras.

Cuenta con secciones tales como autores, libros, ebooks, blog, comunidad. tiene más de 67.000 libros reseñados 12.000 autores con su correspondiente ficha y una activa comunidad de usuarios.

Funciona a modo de  red social, los usuarios pueden colaborar aportando o agregando fichas de autores, libros, reseñas críticas etc..

Es un sitio ideal para consultar antes de comprar un libro, enterarse de novedades literarias o consultar la obra de algún autor de forma amena dinámica y completa.

Espero haberlos tentado, los invito a visitar su web y por supuesto la agrego a los links "amigos" de La Pluma.

lunes, 10 de octubre de 2011

Internet-Real Academia Española y los cambios

Ricardo Soca, fundador de el sitio elcastellano.org, sitio que se dedica a la difusión de la lengua castellana desde hace quince años, recibió días pasados una advertencia por correo electrónico (sin firma) del Grupo Editorial Planeta en Barcelona, donde "Advertía" sobre "Competencia desleal" y "prohibía" "la introducción de enlaces que faciliten el acceso directo a cualquiera de los contenidos de los sitios web de la RAE, salvo en el caso de que se utilicen los procedimientos que la entidad implemente para ello (…)”.


Hasta aquí un resumen muy somero de lo sucedido, para quienes busquen informarse del tema les dejo links al final del artículo. Sobre el tema no puedo evitar hacerme algunas preguntas:

¿Cuál es la naturaleza y función de la Real Academia Española?
¿Debe el contenido de RAE estar protegido por copyright?
¿Es enlazar a una página un delito?
¿Porqué una editorial intima en nombre de RAE y que vínculo tienen entre sí?
¿Quién financia a la RAE?
¿El español tiene dueño en internet?

No tengo respuestas claras sobre el tema, por eso solo planteo preguntas.
Temas como el derecho de autor (que intentaré abordar en el futuro) están siendo redefinidos por Inernet, tanto en la música como en la literatura y por supuesto en los medios de comunicación.

La sensación que me queda con respecto a RAE es la que tengo en general con todas las instituciones "anacrónico" es la palabra que me surge inmediatamente. Atrasan.

Amo la literatura y por supuesto este hermoso idioma que nuestros antepasados nos legaron y que yo estoy legando a las generaciones por venir. En este blog (donde hablo de las cosas que me gustan) no me es grato hablar de estas cosas, pero me parece necesario.

Algunos enlaces de interés para quienes quieran profundizar el tema:

Twitter de Ricarso Soca:                                @RicardoSoca
Comunicado sobre el tema de la RAE:            Nota
Nota muy completa del diario 180 (Uruguay):  Nota 180
Nota del diario La República (Perú):               Nota la república
Link a elcastellano.org









lunes, 3 de octubre de 2011

Música y literatura Rafael De León


El arte en general, y especialmente la música regalan a veces a la gente curiosa inagotables formas de expandir su propio universo. Dando a conocer nuevos artistas/mundos, que están allí vírgenes y expectantes a la mirada furtiva y sedienta de quienes los exploran por primera vez.

El texto que les traigo hoy es un excelente ejemplo. Al poema de Rafael de León lo conocí como canción, interpretado por "Los nocheros" un grupo vocal de folklore romántico argentino, al instante quedé fascinado con la potente lírica que desbordaba en la melodía, indagando un poco descubrí que había una versión (anterior) interpretada por Mario Alvarez Quiroga, en un disco del año 1995.

Fué solo tiempo después que descubrí que el poema no había sido escrito por Mario Alvarez Quiroga. Lo más sorprendente para mí es que perteneciera a un poeta ¡Español! simplemente no lo podía creer, la pintura pueblerina y la temática me parecía tan"argentina" que se me hacía inconcebible pensarlo oriundo de otras latitudes. Comprendí entonces lo universal no ya del amor (tema tan remanido) sino de los paisajes, aromas, palabras y colores que nos habitan, nos unen y nos mantienen a la vez tan lejos y tan cerca.   

Penas y alegrías del amor

Mira cómo se me pone
la piel cuando te recuerdo.

Por la garganta me sube
un río de sangre fresco
de la herida que atraviesa
de parte a parte mi cuerpo.
Tengo clavos en las manos
y cuchillos en los dedos
y en mi sien una corona
hecha de alfileres negros.

Mira cómo se me pone
la piel ca vez que me acuerdo
que soy un hombre casao
y sin embargo, te quiero.

Entre tu casa y mi casa
hay un muro de silencio,
de ortigas y de chumberas,
de cal, de arena, de viento,
de madreselvas oscuras
y de vidrios en acecho.
Un muro para que nunca
lo pueda saltar el pueblo
que anda rondando la llave
que guarda nuestro secreto.
¡Y yo sé bien que me quieres!
¡Y tú sabes que te quiero!
Y lo sabemos los dos
y nadie puede saberlo.

¡Ay, pena, penita, pena
de nuestro amor en silencio!
¡Ay, qué alegría, alegría,
quererte como te quiero!

Cuando por la noche a solas
me quedo con tu recuerdo
derribaría la pared
que separa nuestro sueño,
rompería con mis manos
de tu cancela los hierros,
con tal de verme a tu vera,
tormento de mis tormentos,
y te estaría besando
hasta quitarte el aliento.
Y luego, qué se me daba
quedarme en tus brazos muerto.

¡Ay, qué alegría y qué pena
quererte como te quiero!

Nuestro amor es agonía,
luto, angustia, llanto, miedo,
muerte, pena, sangre, vida,
luna, rosa, sol y viento.
Es morirse a cada paso
y seguir viviendo luego
con una espada de punta
siempre pendiente del techo.

Salgo de mi casa al campo
sólo con tu pensamiento,
para acariciar a solas
la tela de aquel pañuelo
que se te cayó un domingo
cuando venías del pueblo
y que no te he dicho nunca,
mi vida, que yo lo tengo.
Y lo estrujo entre mis manos
lo mismo que un limón nuevo,
y miro tus iniciales
y las repito en silencio
para que ni el campo sepa
lo que yo te estoy queriendo.

Ayer, en la Plaza Nueva,
—vida, no vuelvas a hacerlo—
te vi besar a mi niño,
a mi niño el más pequeño,
y cómo lo besarías
—¡ay, Virgen de los Remedios!—
que fue la primera vez
que a mí me distes un beso.
Llegué corriendo a mi casa,
alcé mi niño del suelo
y sin que nadie me viera,
como un ladrón en acecho,
en su cara de amapola
mordió mi boca tu beso.

¡Ay, qué alegría y qué pena
quererte como te quiero!

Mira, pase lo que pase,
aunque se hunda el firmamento,
aunque tu nombre y el mío
lo pisoteen por el suelo,
y aunque la tierra se abra
y aun cuando lo sepa el pueblo
y ponga nuestra bandera
de amor a los cuatro vientos,
sígueme queriendo así,
tormento de mis tormentos.

¡Ay, qué alegría y qué pena
quererte como te quiero!

Rafael de León