domingo, 15 de abril de 2012

Pilar Pedraza "La Pequeña Pasión"

La literatura contemporánea, suelen discurrir por ríos de aguas amplias y confortables, Así podemos encontrar un sinfín de autores y obras, magníficos algunos; incluso geniales; pero previsibles en sus temáticas y formas. Es difícil salirse de la corriente. De hecho, quienes nadan en su contra están inexorablemente perdidos en ella. Es por eso un placer especial el descubrir un texto; o autor; que como un hongo silvestre, prolifera al margen de la corriente. Único, extraño, y a la vez bellamente inclasificable.

Al leer "La pequeña pasión" de Pilar Pedraza (1951) Escritora toledana  y profesora de historia doctorada en la universidad de Valencia, uno tiene la sensación de estar ante una obra clásica y a la vez inclasificable.

El relato mas bien breve (69 páginas) es narrado por una mujer, en toda la amplia y compleja extensión de la palabra y nos sumerge en un mundo a la vez fascinante y decadente, pletórico de matices, onírico y sin embargo profundo y vívido, sucio y palpable. Todo en el se deteriora, su relación de pareja, sus amigos, su mascota, su insecto disecado, ella misma se deteriora. Da la sensación de ser un cuadro clásico al que se arroja violentamente una lata con removedor de pintura.

Sobre la historia en sí no pienso destripar mucho. Basta decir que por ella deambulan entre macabras y decadentes, la antigua Grecia, el velatorio de un papa renacentista,  la solitaria y enajenante vida moderna, el adulterio, vampiros, y hasta una gata.

Tan variada temática en manos menos certeras caerían rápidamente en el ridículo. No es el caso, la pluma de Pilar Pedraza es sencillamente exquisita y el resultado de su relato un regalo para los sentidos.
Lectura extraña pero absolutamente recomendable.

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